
El rector opina: Rendimos cuentas y retribuimos a Colombia la confianza depositada en nosotros
¡Apreciados y respetados miembros de la Comunidad Unadista!
Una vez más, como ya es costumbre en los últimos 18 años en la UNAD, el rector encabeza la rendición de cuentas de su gestión y la de todo su equipo de vicerrectores, directores de zona, decanos, gerentes y demás lideres del país, como una acción connatural a la responsabilidad que implica dirigir y orientar la más grande universidad pública colombiana en número de miembros, cobertura nacional con proyección internacional y liderazgo por ser la primera universidad en modalidad abierta y a distancia en lograr la acreditación institucional de alta calidad.
Hoy estamos aquí por decisión propia, porque somos conscientes que nos debemos a toda la comunidad académica de docentes, investigadores, monitores y colaboradores administrativos, pero, sobre todo, a nuestros estudiantes, sus familias, los egresados y la opinión pública en general. La rendición de cuentas es, para la UNAD, en términos coloquiales, “un nuevo día de trabajo inteligente y productivo”, pero con sus actores protagónicos: Ustedes. Reitero que como lo hemos venido haciendo hace ya 18 años, hoy nuevamente y, entre todos, explicaremos los resultados de lo que hacemos, cómo lo hacemos y responderemos a las inquietudes que cualquiera que nos esté viendo tenga a bien hacer.
Afortunadamente 2022 nos permitió, tras dos años de una aún incomprensible y trágica pandemia, volvernos a encontrar presencialmente, y en este año tuvimos la oportunidad de recorrer las 8 zonas del país en nuestros también tradicionales “Despliegues Estratégicos Zonales”, en los que de primera mano pudimos ver, conocer, dialogar y responder cuanta sugerencia, consideración y hasta crítica se nos quiso hacer de parte de Unadistas de todos los municipios del país. Dichos Despliegues también son una expresión Unadista, ya cotidiana, de decirles que esta Universidad es construcción de todos, y que la UNAD será lo que en conjunto todos nosotros siempre decidamos.
Porque como personas comprometidas al 100 % con la educación como un ejercicio transformador de vidas, como institución pública del estado de derecho colombiano y como universidad, somos absolutamente claros que debemos responder ante la sociedad por la responsabilidad que se nos ha delegado de trabajar con recursos públicos, de orientar una organización en la que, en diferentes grados, todos tienen participación en su elección y gestión, y porque Colombia ha depositado en nosotros la confianza de administrar el derecho a la educación de más de 200 mil compatriotas. Ninguna otra universidad colombiana tiene la magnitud de la UNAD. Doblamos en número de estudiantes a la Corporación Universitaria Minuto de Dios, la más grande institución de educación superior privada, y cuadruplicamos las cifras de la Universidad Nacional de Colombia, la pública que más estudiantes presenciales tiene.
Considero importante indicar que no estamos aquí obligados por alguna petición oficial, mandato ministerial o reclamación pública. Nuestra rendición de cuentas hace parte del ADN Unadista. Eso sí, vale aclarar que eventos como este no revelan información confidencial o decisiones de última hora, sencillamente porque no las tenemos, porque todas las decisiones de la UNAD son transparentes y producto de un ejercicio de planeación prospectiva y metasistémica en la que se integra a toda la comunidad. Nuestra data es pública, como debe ser; los estados financieros, las resoluciones, nombramientos, lineamientos académicos, elecciones e inversiones, entre otros muchos, reposan en las debidas actas, acuerdos, bases de datos y archivos, disponibles para consulta de quien quiera en las diversas dependencias, páginas web y múltiples escenarios de decisión colectiva de la Institución: El Consejo Superior Universitario, como máxima instancia de política y orientación de la UNAD, con participación de delegados de todos los estamentos; el Consejo Académico, los Consejos de Escuela, Comités Zonales y regionales, la Sala de Dirección, y los múltiples Comités disciplinares y de áreas de gestión.
Por temas de optimización presupuestal, logística y de practicidad, nuestra tradicional jornada de rendición de cuentas la realizamos aquí, desde nuestra sede nacional, en Bogotá, y gracias a la conectividad integramos a todo el país e, incluso, a nuestros colaboradores en la seccional de La Florida, Estados Unidos, y en esta ocasión damos la bienvenida, por primera vez, a nuestros representantes en la naciente seccional UNAD Unión Europea. Pero esta es una rendición de cuentas, o apertura de puertas si se quiere llamar de otra forma, que bien pudiera realizarse en Medellín, en Barranquilla, en Bucaramanga o Cali, por citar algunas de las capitales en las que tenemos presencia, o, mejor aún, en Curumaní, en Garagoa, en Málaga, en el Valle del Guamuez o en cualquiera de los cerca de 70 centros en los que también estamos físicamente.
Hoy, gracias a la conectividad, todas nuestros ámbitos de actuación están presentes, como debe ser.
Porque todos nuestros equipos y redes administrativas y académicas son la más legítima expresión de lo que es la UNAD: Un Metasistema, con enormes oportunidades de mejora, aunque con invaluables logros y desarrollos y, sobre todo, con la infinita voluntad de hacer presencia en cualquier rincón del país o fuera de este en donde haya al menos un colombiano con la aspiración personal y familiar de formarse para crecer.
Este año, con motivo del proceso de elección rectoral para el periodo 2023-2027, en el que voluntariamente la comunidad Unadista, a través de la consulta estamentaria, y posteriormente en decisión de sus voceros representados en el Consejo Superior Universitario, generosamente decidió acoger nuevamente mi propuesta rectoral para seguir el frente de la UNAD, lo cual infinitamente aprovecho para agradecerles de corazón con palabras de aprecio y reconocimiento, la Universidad debió enfrentar incómodos momentos por culpa de algunos muy pocos que desconocen el día a día de la Institución y el trabajo de todos Ustedes y quienes, en su afán por desprestigiar a quien les habla, pusieron en duda la estabilidad, la gestión y la gobernabilidad de la UNAD; este minúsculo grupo por falta de contexto, de conocimiento, de actualidad o de involucramiento con la cultura Unadista, han querido vender la errónea idea de que esta Universidad da una pobre formación, desconociendo que el haber obtenido la acreditación institucional de alta calidad es la reconfirmación oficial, externa y calificada, de parte de pares académicos, de que nuestra apuesta formativa le garantiza al país idóneos profesionales; otros, cada vez menos afortunadamente, aún siguen estancados en modelos tradicionales y pasados de moda, que desconocen la tecnología y la virtualidad de la UNAD como escenarios connaturales a la moderna vida de productividad, aprendizaje y entretenimiento; otros creen que la UNAD es una institución de muy limitada acción, desconociendo nuestro protagonismo intercontinental, representado en cada vez más estudiantes de otros países, la presidencia nuestra de organizaciones nacionales e internacionales de educación a distancia y la proyección a otros contextos geográficos, como Europa, a través de nuestra nueva sede en Madrid y, próximamente, con una innovadora estrategia en Asia Pacífico. Los mismos miopes críticos, la mayoría de las veces ignorantes de nuestra realidad, desconocen que nuestro modelo formativo se complementa óptimamente con escenarios presenciales, que el diálogo y encuentro personal entre tutores y estudiantes se complementa en muy variados escenarios de bienestar, y que la camaradería, el respeto y la no imposición caracteriza el día a día de nuestras prácticas laborales; y que contrariando un falso imaginario, la interacción, las redes interdisciplinares y globales, favorecen, en vez de entorpecer, el crecimiento y la consolidación de la investigación. Como lo he planteado en muy diversos escenarios, y contrario a lo que muchos puedan pensar, la educación en la UNAD es a distancia, pero sin distancias.
No obstante, y como lo confirmaremos hoy, en palabras de cada uno de los responsables de los distintos Macroproyectos de alta política, misionales y de apoyo a la gestión, la UNAD de 2022 es una Universidad mucho más sólida, más consolidada, estructurada, innovadora, incluyente, solidaria y con futuro que la UNAD de 2021, 2020 y los años anteriores que, de por sí, ya habían sido en su momento los mejores años. Como lo veremos, la propuesta rectoral 2019-2023 MÁS UNAD MAS PAÍS, a menos de tres meses de finalizar el actual periodo rectoral, se cumplió a cabalidad y en algunos ítems sobrepasó los indicadores esperados. Gracias nuevamente a todos Ustedes por ello.
Esta rendición pública de cuentas, a la que hemos hoy llegado y a quien se puede conectar quien libremente lo desee, es una de las múltiples expresiones de la estabilidad, madurez institucional, favorable cultura organizacional e inmejorable gobernabilidad.
A propósito de esto último, y a manera de contexto para quienes no dominan los temas de gestión y gobierno en las instituciones de educación superior colombiana, permítanme volver a recordar algunas de las características de la UNAD que, a diferencia de casi todas las universidades públicas de Colombia, la confirman como la universidad pública colombiana con mayor estabilidad y gobernabilidad; es decir, con mejor panorama para seguir creciendo y cumpliendo sus objetivos misionales:
A diferencia de las universidades con problemas de gobernabilidad:
- En esta Universidad no hay paros de estudiantes ni de docentes, ni huelgas de hambre;
- En esta Universidad no hay deudas ni retrasos en el pago de la nómina de sus docentes y colaboradores en la gestión;
- En esta Universidad no hay debates irrespetuosos, recusaciones entre miembros del Consejo Superior Universitario o permanentes acciones judiciales para trabar su diario actuar;
- En esta Universidad no hay daño malintencionado ni deterioro de la planta física en ninguna de sus casi 70 sedes en todo el país;
- En esta Universidad no se han denunciado, porque no las hay, prácticas de pagos a funcionarios o contratistas que no trabajan, inversiones no justificadas, indebida intervención de políticos o grupos violentos (de cualquier expresión);
- En esta Universidad se vive plenamente la autonomía que la Constitución Política y la Ley 30 de 1992 le reconocen, pero también se rinden cuentas, no sólo ante los diversos órganos de control del Estado y el Ministerio de Educación Nacional -que no tienen un solo proceso sancionatorio en contra de la Universidad o su rector- sino ante la propia comunidad y la opinión pública, a través de eventos públicos, anuales, difundidos por los medios de comunicación institucionales;
- En esta Universidad no se ha cuestionado el actuar de su dirección con respecto a la promoción de los derechos de los más vulnerables, y
- En esta Universidad quien les habla procura ser visible, organiza encuentros con todas las zonas en todo el país, en donde estudiantes, egresados, docentes y representantes de gremios regionales libremente pueden expresar sus diferencias y la alta dirección les responden inmediatamente.
Si todo lo que acabo de enumerar no es una explícita prueba de gobernabilidad y de confianza hacia nuestro proyecto no hubiéramos alcanzado la acreditación institucional de alta calidad, que ya va a cumplir su primer año, y no habríamos crecido, desde entonces, en más de 40 mil estudiantes. Decirlo es fácil, pero un crecimiento anual superior al 20 % en la población matriculada es un logro que ninguna otra universidad colombiana ha registrado en momentos en los que la tendencia mundial es a la desaceleración de la matrícula.
La jornada de trabajo hoy Día de la Virgen de Guadalupe nos sirve para hacer un balance que nos comprometa más con los procesos de mejora interna resultado de una rigurosa autoevaluación sobre cómo nos fue en esta vigencia que también nos servirá de punto de enlace con nuestro Plan MAS UNAD MAS EQUIDAD afinando nuestras apuestas en 2023-2027.
Y un evento como éste, además de hacer un “inventario” de acciones y oportunidades, debe permitirnos contemplar, con orgullo, lo que significa la UNAD y el ser Unadista.
Así las cosas, y en el contexto del sistema de educación superior colombiano, de su oferta y demanda, de la calidad de sus programas, de su proyección y comunidad, tengan la absoluta seguridad de que hacen parte de la más grande, innovadora, inclusiva universidad. Y no sólo lo digo yo, lo reconfirman los hechos que hoy veremos, producto de la integración y compromiso de todos ustedes, de la identificación en la causa País que significa este proyecto, en su respetuoso y autónomo distanciamiento de posiciones ideológicas y políticas que solo causan resquemor e innecesarias polarizaciones, e incluso de la habilidad gerencial y de autosostenibilidad que tenemos al poder gestionarnos con éxito, inversiones, apuestas de calidad y proyección internacional sin presionar indebidamente al Estado en virtud de la escasa y limitada asignación presupuestal que nos entrega como universidad pública, no obstante ser la universidad pública colombiana nro. 34, de 34 que integran el Sistema de Universidades del Estado SUE, en recibir aportes por estudiante. Si no fuera por la habilidad administrativa que hemos demostrado en el manejo de los dineros, los sorprendentes crecimientos en cobertura, programas e inversiones no se hubieran dado.
Para finalizar y dar paso al siguiente punto de esta rendición de cuentas, quiero hacer una solicitud a toda la familia Unadista: Hemos avanzado, muchos más de lo que el más optimista Unadista hubiera creído hace unos años; pero esto no debe dormirnos en los laureles. La vida universitaria, por esencia, se rehace día a día y sus expectativas y estándares se modifican según muy diversas lógicas sociales. Hay que reconocer que la magnitud y logros de la UNAD la hace atractiva a las críticas y la única forma de acallarlas es dando cada vez más y mejores frutos. Necesitamos fomentar en la organización lo que he llamado Trabajo Inteligente Productivo TIP, para favorecer el crecimiento geométrico, y no aritmético, en nuestras apuestas institucionales.
2022 ha sido mejor que los años anteriores, y 2023 deberá ser aún mejor, pero para ello no debemos bajar la guardia, ni la velocidad, ni el compromiso ni el cumplimiento de indicadores. Las acreditaciones de programas que aún no la tienen no son una opción. Todos los esfuerzos deben centralizarse allí. Sus comentarios y observaciones a tiempo nos ayudarán a no perder el ritmo ni el rumbo.
Gracias a todo el equipo de lideres comprometidos por la UNAD a quienes tienen claramente trazado su camino. Seguir creciendo, con sentido de urgencia, de espíritu de país, de calidad académica y de inclusión e innovación, son nuestros referentes. Es así como en desarrollo de las recomendaciones del Consejo Nacional de Acreditación, este año, con todos los estamentos trabajamos el nuevo Plan de Desarrollo docenal, UNAD 5.0 que hemos denominado “Más UNAD más Equidad”, y que nos orientará desde 2023 en adelante.
Por favor, siéntanse orgullosos de la UNAD, así como la UNAD se siente orgullosa de ustedes.
Muchas gracias,
Jaime Alberto Leal Afanador
Rector
Diciembre 12 de 2022